En la isla norte de Nueva Zelanda se encuentra el lago Taupo, una gran masa de agua contenida en la caldera del volcán Taupo, cuyos grabados rupestres y buen clima, lo convierten cada año en un destino turístico muy popular.
Con una superficie total de 616 km este lago es el más grande de de Nueva Zelanda y el segundo mayor lago de agua dulce de toda Oceanía, tras el lago Murray en Nueva Guinea. Por ello no es de extrañar que de él también parta el río más largo de Nueva Zelanda: el río Waikato.
El lago se formó hace 26.500 años aproximadamente, debido a la erupción del volcán Taupo, también conocida como erupción Oruanui, de la que se cree fue la mayor de los últimos 70.000 años, contribuyendo incluso al inicio de la última era glacial. Tal explosión lanzó toneladas de material a la atmósfera, causando un cráter descomunal de cientos de kilómetros, que posteriormente se llenó de agua dando lugar al Lago Taupo.
Los grabados que se muestran en la imagen se encuentran al norte del lago, en los acantilados de la bahía de la mina. Son de origen maorí y fueron creadas por Matahi Whakataka-Brightwell y John Randall a finales de 1970. Representan a Ngatoroirangi, un navegante que, según cuenta la leyenda, guió a las tribus maoríes a la zona del lago Taupo hace más de mil años.