En el parque histórico del Navia, específicamente en la comunidad autónoma de Asturias, encontrarás a una de las grandes maravillas de la naturaleza, me refiero a las cascadas de Oneta, situadas en la población de la cual toma su nombre, del municipio Villayón. El mejor lugar de la provincia que podrás encontrar para hacer senderismo.
La ruta te permitirá disfrutar no sólo del aire libre y de un buen ejercicio en completa compañía de la belleza natural, sino también de tres exuberantes caídas de agua que deleitarán tus sentidos. Es tan hermoso este lugar que en 2001 las cascadas de Oneta fueron declaradas Monumento Nacional.
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Ruta a las Cascadas de Oneta
El fácil acceso es una de las ventajas esta ruta a lo largo de las cascadas, por lo que no debes preocuparte por intrincados y complicados caminos para poder llegar hasta ellas. Simplemente debes tomar la carretera AS-36 que va desde la capital del municipio hasta la villa de Luarca. Una vez allí, verás un camino llano y ancho a lo largo del cual podrás ver viviendas, cultivos y hermosos prados que te conducirán hasta la senda a la cascada que discurre en un descenso bastante empinado.
La ruta, que se encuentra entre la Red de Senderos Locales del Principado de Asturias, tiene una duración de alrededor de 30 minutos e incluso un poco más, caminando de manera tranquila y sin mayores complicaciones.
Saltos de agua en el camino
La Firbia es la principal de las tres cascadas de Oneta, siendo la más popular por su fácil acceso y su espectacular e imponente belleza. Se trata de una caída o salto de agua superior a los 15 metros de altura, rodeada por piedras y árboles que convierten el paisaje en todo un pedacito de paraíso.
Le sigue la de Ulloa, que encontrarás si continúas la caminata por un sendero más angosto y más complicado que el primero, pero sin dejar de ser de fácil acceso. También se le conoce como Firbia de Abajo y la altura es menor a la anterior.
La última en la ruta es conocida como La Maseirúa, que a pesar de no ser tan vistosa como las dos primeras, te cautivará por su belleza. Y lo mejor de todo es que es un recorrido que puede hacer cualquier persona, incluyendo a los más pequeños de la casa, ideal para compartir en familia.
Otros lugares que visitar en las cascadas de Oneta
Las cascadas no es lo único que atrae de este monumento natural, pues en el lugar también te encontrarás con un antiguo y vistoso molino de agua, que aporta un valor histórico a la zona, al igual que la vieja central eléctrica que, junto al molino, son testimoniales del paso del tiempo y la evolución de la tecnología en esta parte de Asturias.
Esto sin contar con los bosques de helecho, el musgo que rodea al lugar, los abedules, castaños, acebos, robles y laureles que sirven de ambientación del hábitat de truchas y nutrias, principales representantes de la fauna en este hermoso paisaje natural.
De regreso, te tomará otra media hora volver hasta el poblado de Oneta, pero como la llegada fue en descenso, la partida será en subida pues el pueblo se encuentra más alto que la ruta. Pero tranquilos que, como ya hemos comentado no es una ruta complicada y más allá de la humedad, no habrá grandes obstáculos que sortear y verás que, en definitiva, hacer esta singular ruta de senderismo merece la pena.