Si algo llama la atención cuando llegamos a Taipéi, en Taiwán, es la imponente figura del Taipei 101 sobresaliendo por encima de todas las construcciones de la ciudad. Su diseño arquitectónicamente influenciado por la caña de bambú es un claro símbolo del espíritu y la cultura de China.
Entre 2004 y 2010 el Taipei 101 ostentó el puesto de edificio más alto del mundo, hasta que fue superado por el Burj Dubai. En la actualidad, con una altura de 508 metros y 106 plantas, el moderno edificio tiene el honor de ser el séptimo rascacielos más alto del mundo, superando a las Torres Petronas por más de 50 metros. Eso si, aun sigue conservando el titulo de rascacielos ecológico más alto del mundo.
Conocido originariamente como Centro Financiero Internacional de Taipei, en el interior se acumulan además de las oficinas, numerosos restaurantes, un centro comercial de varias plantas y tiendas de todo tipo. Para visitar todos estos lugares, la colosal estructura cuenta con el segundo ascensor más rápido del mundo, capaz de llegar en 37 segundos a la plataforma de observación en el piso 87.
La torre esta situada en el centro de la ciudad rodeada de grandes almacenes, un teatro y diversas empresas. Se puede llegar a pie en 15 / 20 minutos desde la estación City Hall MRT (línea azul) situada a poca distancia. Si visita el edificio no olvide contemplar el amortiguador de masa, una inmensa bola dorada de acero que mantiene al Taipei estable ante tifones y terremotos.