Puede que hayas oído hablar de Ibones de Ordicuso en alguna de tus rutas por los Pirineos. Pero, ¿dónde están y por qué merece la pena detenerse a explorarlos? En esta entrada hablaremos sobre ellos y su belleza natural.
Rodeados por picos cuya altitud supera los 3.000 metros de altura, los Ibones de Ordicuso tienen poco que envidiar a otros lagos de los Pirineos, aunque no son muy conocidos.
Los Ibones de Ordicuso o ibones de las Ranas se encuentran ubicados junto al Balneario de Panticosa, en pleno Pirineo Aragonés y visitarlos constituye una ruta fácil, sencilla y para toda la familia.
Así que si alguna vez has querido hacer senderismo por estos ibones, aquí recopilamos todos los datos turísticos del lugar, junto a todos los detalles del sendero.
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Los Ibones de Ordicuso y el balneario de Panticosa
Ibones de Ordicuso es uno de los muchos ibones dispersos en las inmediaciones del famoso Balneario de Panticosa. Para quien no lo sepa un ibón es un pequeño lago formado con agua glaciar de las montañas.
En concreto se trata de un par de ibones de reducidas dimensiones, dispuestos entre algunos árboles y praderas verdes, bajo míticas montañas como el Garmo Negro, Argualas, Algas o Feniás.
Muchos de estas montañas suman más de 3000 metros de altitud y conforman unas vistas espectaculares propio balneario, el barranco de Argualas y las cascadas circundantes.
En total la ruta que aquí expondremos tiene una duración total de 1:30 horas y es bastante sencilla y entretenida por lo que puede ser realizada en familia.
Ruta sencilla por los Ibones de Ordicuso
La ruta a los Ibones de Ordicuso comienza en el balneario famoso de Panticosa. Aparcaremos junto al Ibón de los Baños y después hay que seguir caminando hacia el suroeste por una senda de tierra.
Cuando el camino está llegando a su fin gira a la derecha para ir a la Casa de Piedra y allí verás un camino pequeño que está fuera de los caminos trillados pero no está señalizado.
Los primeros metros son por un terreno llano y los caminos están conectados por diferentes ramales que parten de otro punto del balneario.
Barranco de Argualas
Después de unos 5 minutos veremos más cerca la fuente que hay en la laguna, pero primero giramos un poco a la izquierda para contemplar desde lo alto el barranco de Argualas.
Junto al cauce del río encontraremos un panel explicativo sobre el Salto de Agualas, que desde aquí se ve muy bien. Con suerte habrá un buen caudal y podrás hacer unas buenas fotos aquí.
Después de visitar las cataratas hay solo 1 minuto hasta la fuente de la laguna, donde el agua emana directamente de las rocas, pero ten cuidado ya que son aguas termales, por lo que el agua está caliente.
Siguiendo con la ruta a los Ibones de Ordicuso el sendero está bien señalizado. Sube entre pinos negros y sigue zigzagueando de forma suave por la ladera, desde la que a veces se puede ver el balneario.
Ascendiendo los picos de la región van emergiendo, ofreciendo unas interesantes vistas. El camino se puede seguir bien al estar muy señalizado.
En algunos casos, habrá algo de flujo de agua a lo largo del camino, pero aparte de la posibilidad de resbalones en las rocas, no debería causar ningún problema.
Mallata Baja
El bosque por encima de 1850 m se va aclarando y tras una caminata de 40 minutos, llegamos a la Mallata Baja, un pequeño terreno de pastos que según la temporada suele tener bastante vegetación.
Después de cruzar la Mallata es importante prestar atención pues hay que tomar un pequeño camino a la izquierda (oeste) el cual está marcado con un hito.
Camino a Ordicuso seguimos por el pequeño valle bajo las murallas de Argualas. Parece llano pero en realidad tiene una pequeña pendiente.
Más cerca del barranco de Aguaras el camino es menos visible pero se puede recorrer sin esfuerzo guiándose por los hitos u hay manantiales por todas partes.
El barranco de Fornés
Ahora el camino está cerca de otro barranco, el de Fornés, poco a poco el valle va girando hacia el suroeste y siguiendo los hitos de la ruta normal atravesamos el cañón.
Cruzando el barranco, nos encontramos de nuevo con el ya muy evidente camino hacia el lago. Después de un período de ascenso suave, el ascenso se hace un poco más difícil y puede ser sofocante.
Unos metros más adelante, sea cual sea la opción que elijamos, el camino se bifurca para salvar la pequeña elevación que dará paso a los Ibones.
Finalmente, tras caminar algo más de una hora aparecerán frente a ti los Ibones de Ordicuso, tras haber ascendido a unos 2.100 metros sobre el nivel del mar.