La carretera a Hana es uno de los recorridos más espectaculares del mundo, con sus más de 600 curvas, que discurren por increíbles zonas de selva tropical y tramos costeros. El camino de 109 km, fue construido en un primer momento para los trabajadores de las plantaciones de azúcar, y en la actualidad es uno de los principales atractivos turísticos para los aficionados al automóvil.
El viaje desde Lahaina dura unas 3 horas, aunque en el camino existen numerosos puntos de interés que sin duda nos harán llegar algo más tarde, como por ejemplo, las cascadas naturales Twin Falls y sus cristalinas aguas que bajan de la montaña.
Otra parada que tenemos que hacer casi obligada es el parque natural State Park Waianapanapa, en el que se encuentra una exótica playa de arena negra, muy especial para los hawaianos, para los que es sagrada. En la zona también hay algunas cuevas de agua dulce.
Al llegar a nuestro destino nos encontraremos en Hana, una pequeña comunidad aislada de poco más de 1200 habitantes, cuya historia esta ligada a las plantaciones de azúcar de Hawái, motor de la economía del país antes de la llegada de los turistas.
Más allá de Hana el camino continua aunque en peores condiciones, pues algunos puntos están sin asfaltar. Para los que se atrevan a seguir conduciendo llegados a este punto, deben saber que se encontrarán con paisajes yermos y oscuros, producto de las erupciones volcánicas que arrasan todo a su paso. Todo un contraste con el resto del camino.